Estamos convencidos de que en algún momento, de un modo u otro, ha podido llegar a vosotros la ideade que un buen Gin Tonic está cargado de propiedades medicinales. ¡Pues estáis en lo cierto!
¿Sabemos de dónde viene todo este poder medicinal?,¿será del Gin o será del Tonic? La respuesta está en ambas.
Como ya hemos tratado en posts anteriores, la ginebra nace en Holanda en 1550 de la mano de Sylvius de la Boe, cuyo objetivo era crear un remedio para ayudar a limpiar las toxinas de la sangre, eliminar los cálculos biliares, curar los trastornos renales y prevenir los ataques de gota. La solución la encontró en las bayas de Enebro, que gracias a su contenido en potasio, lograba estos efectos.
Pero en ese momento, a la ginebra aún le faltaba su rica tónica. Este amargo brebaje tiene sus raíces en 1783, cuando Jacob Schweppe, un Joyero Alemán y residente en Ginebra descubre un método para crear agua carbonatada embotellada, lo cual dio paso más adelante a las sodas de frutas. Pero no sería hasta 1870, como consecuencia del gran crecimiento de la producción de jarabes medicinales, que se decide introducir quinina en la soda carbonatada de naranja para crear así la primera agua tónica.
Esta quinina sería la responsable de aportar el característico amargor de las tónicas, además de aportar sus propiedades digestivas. Era un compuesto ya conocido por los nativos americanos, con propiedades energéticas, antipiréticas, antipalúdicas y analgésicas, empleada entonces en el tratamiento de la malaria.
No obstante, hoy en día el contenido de quinina en las tónicas es insignificante debido a un punto de vista médico, manteniéndose únicamente por su sabor.
¿En qué momento se cruzan los caminos de ambas medicinas? Pues bien, no fue hasta el siglo XIX, en plena época imperialista, hasta que ambas bebidas se juntaron por primera vez, para lo cual existen dos versiones al respecto.
- Por una parte, se dice que para celebrar las victorias de las tropas británicas en la India, un alto oficial británico decidió combinar ginebra con tónica, para así crear un combinado alcohólico.
- Aunque por otra parte, existe otra versión, a través de la cual se dice que los británicos daban quinina a sus soldados para curar la malaria, pero su sabor era tan amargo que su ingesta resultaba muy desagradable. Por eso, los británicos comenzaron a mezclar la tónica con ginebra para que así los soldados pudieran consumir la quinina más gustosamente.
Sea como fuere, la bebida tuvo tanto éxito que se dio a conocer en Inglaterra y terminó extendiéndose por todo el globo, convirtiéndose este remedio medicinal en una de las más refrescantes copas de moda a día de hoy.
¡Así que ya sabéis Bunker@s, la próxima vez que disfrutéis un de un Bunker & Tonic en compañía, no dudéis en compartir esta curiosidad, que esperamos os haya interesado!